-En estas mismas páginas, hace casi una década, comenzaba a destacarse la figura de un pequeño tenista oriundo de Tomé, dueño de una zurda prodigiosa. Integrante del equipo chileno que en 2011 se consagró campeón Sudamericano Sub 12 (aportó el último punto en dobles), al año siguiente fue número 1 de Chile en la categoría Sub 16. Todo un talento que de la mano de Eugenio Wernekinck (su formador), Felipe Alonso y luego la Academia de Robinson Gamonal de Santiago, se perfilaba como uno de los mayores proyectos del país.

Pero para aspirar a ser deportista en Chile el dinero es ley, más aún en el tenis que requiere de constantes viajes para jugar los torneos más importantes y sumar ránking.

La última vez que se tuvieron noticias suyas fue en 2017, cuando era N° 1 de Chile Sub 18. De ahí casi nada hasta ahora, convertido en un ‘ciudadano del mundo’ y con el sueño más cerca que nunca de convertirse en profesional.

 «FILIPPO» EL CHILENO.

En Lecce, al sur de Italia, está radicado Felipe Escalona, hoy de 21 años. El destino final de un periplo que partió en Francia junto al penquista Gonzalo Ambiado, con quien viajó a jugar. Ahí conoció a Alice, una joven italiana que le robó el corazón y que lo motivó a tomar la decisión de irse a Europa.

“Iba por un mes, pero me quedé tres”, dice entre risas. Aunque reconoce que, además del amor, se dio cuenta que estando allá tenía todos los campeonatos a la mano. “Tuve que volver a Chile y allá trabajé encordando raquetas para juntar plata. También presenté un proyecto al Gore y con eso regresé para estar un año en Francia”, sostiene.

Dice que ese tiempo fue difícil, estaba solo, sin gente para entrenar y pese a jugar mucho, carecía de un sistema de entrenamiento fijo. “Entrenaba solo, estaba al lote”, dice.

Hasta que, a través de la familia de Alice, a la sazón ya convertida en su novia, surgió la opción de irse a Italia, donde le cambió la vida. “Vinimos de vacaciones al sur de Italia y la familia de mi polola me hizo el contacto con un profesor en Lecce, quien me hizo una propuesta ofreciéndome trabajo y entrenamiento. Estoy con él desde septiembre del año pasado, muy contento, entrenando más que nunca, mínimo tres horas al día. Además soy profesor de tenis y hago clases a niños aquí en el club Outline Lecce”, detalla.

A la par, disputa torneos pagados que espera, le sirvan de trampolín para dar el salto al circuito ATP. “Juego torneos Open equivalentes a los RUN de Chile pero mucho más duros, con nivel de qualy de Futuros. Imagina que hace una semana había un Top 300 ATP y el otro día perdí una final con un tipo que está mil del mundo en singles”, resalta.

Tras el receso por la pandemia, los resultados lo han acompañado. Hace un mes ganó el Open Taurisano en dobles, y hace dos semanas fue finalista en el importante Open Maglie. “Estoy motivadísimo entrenando para ser ‘Pro’, con un ‘técnico nacional’ que es el grado más alto aquí en Italia. Me ha ayudado a pulir mucho la técnica y eso, sumado a todo lo que me dio el ‘tío Wernekinck en Chile, me ha hecho un jugador más completo”, asegura.

Y añade, “aquí es una locura, está lleno de canchas, la competitividad es muy alta y se vive deporte todo el tiempo. Igual tengo un ojo en mi futuro, perfeccionándome como profesor por si no resulta ser profesional.

Pero estoy jugándomela por el tenis, quiero sacar un par de puntos ATP para que se me abran las puertas de los Futuros. Con mi nivel se me abren muchas ventanas, es motivante, por eso tengo claro que a Chile ya no vuelvo. Aquí tengo mi futuro”.

(Fuente: Diario Concepción)